Empieza el verano y con el calor, las piscinas o la playa tu cabello tendrá un extra de sufrimiento. Los cambios climáticos en general afectan mucho a tu cabello, pero con sólo unos sencillos pasos evitarás que se vuelva ingobernable y además harás que luzca saneado y bonito.

Si tu pelo ya tiene una caída desigual y el crecimiento empieza a desdibujar su forma, es hora de que vayas a la peluquería. Te recomendamos que lo hagas uno o dos días antes de esa escapada que planeas.

Si te tiñes, o le das ‘una ayudita’ a tu pelo, recuerda que el sol puede hacer estragos en tu color blanqueando tu tinte. En las rubias no se aprecia apenas, pero en pelirrojas y morenas quedará más evidente. Es por tanto que te recomendamos que sólo te hagas los retoques de urgencia como son los de la zona de la raya de tu peinado y la corona. Reserva tu sesión de color como una golosina pos-vacacional para estar de vuelta en la oficina con tu cabello ¡¡Boo!!.

En la playa cubre tu pelo con un pañuelo o sombrero, y humedécelo frecuentemente con agua libre de sal o cloro, un bote de spray vaporizador servirá, y esto sobretodo en las horas de mayor incidencia de los rayos UVA que van desde las 12 a las 17h.

Si llevas horquillas o pasadores, ten cuidado al meterte en el agua porque se podrían oxidar y dañar tu pelo. Después de tus baños en playa o piscina es bueno que aclares tu pelo con agua limpia para arrastrar esas sustancias que podrían dañarlo. Peínate después con un peine de púas gordas, pues con el pelo mojado se daña con más facilidad.

En verano, al ser los lavados más frecuentes, no conviene enjabonar dos veces, con una bastará, lo importante será el aclarado, tómate tiempo para ello, ¡mímate!. Luego usa el acondicionador que mejor se adapte a tu pelo y, además, una mascarilla un par de veces en semana podría contrarrestar esas largas exposiciones al sol. Y si esto lo suplementas con el uso al menos de una vez por semana de unas gotitas aceite reparador en las puntas, entonces tu pelo se verá ¡Fabuloso!.